Esperando lo mejor, preparados para lo peor. Los ministros de Exteriores europeos acordaron ayer que Rusia se enfrentará a “consecuencias masivas” en caso de volver a atacar a Ucrania, un castigo que –recalcaron– irá mucho más lejos que en el 2014, cuando las tropas rusas invadieron Crimea, y que se prevé que afecte a diversos sectores económicos, incluidos el financiero y energético.
“Si la diplomacia fracasa, y vamos a hacer todo lo posible para que funcione, estamos muy avanzados en la preparación de las respuestas a una potencial agresión rusa. Será una acción rápida, decidida y unida”, resumió el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, que presidió la reunión. Mientras prosiguen los trabajos técnicos para poner a punto el posible castigo a Rusia, las instituciones europeas y los gobiernos trabajan también en planes de contingencia para amortiguar el golpe que inevitablemente tendría para la economía europea.
Por razones obvias, la Unión Europea trata con absoluta confidencialidad el contenido exacto de su respuesta a las hipotéticas acciones rusas en Ucrania, todavía más la gradualidad con que las aplicaría. “Este es el momento de las diplomacia, la distensión, la desescalada y la disuasión” pero “no se puede hacer disuasión dando detalles. No podemos permitir que nadie pueda hacer un cálculo”, y “puedo garantizar que las sanciones serán masivas”, subrayó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
Los líderes de la Unión Europea se reúnen por videoconferencia con Biden para evaluar la situación
Algo más explícito fue su homólogo austriaco, Alexander Schallenberg, al insistir que “todo está sobre la mesa” al ser preguntado sobre las reservas de algunos países a la idea de expulsar a Rusia de Swift, la plataforma internacional de pagos. La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, cuestionó sin embargo que “pegar con el palo más duro” sea siempre la mejor opción. La alternativa sería adoptar sanciones puntuales a determinados bancos rusos. “Serán sanciones nunca vistas”, zanjó su homólogo danés, Jeppe Kofod.
La reunión ministerial transcurrió en medio de un clima de creciente tensión entre Occidente y Rusia. La Alianza Atlántica advirtió a Moscú que está llevando a cabo un importante despliegue de fuerzas en su flanco oriental. El Kremlin, que insiste en que no planea invadir Ucrania, calificó estos movimientos de provocaciones.
La coordinación entre Europa y Estados Unidos se manifestó ayer en la presencia virtual del secretario de Estado, Antony Blinken, en la reunión de ministros de Bruselas, con quien conversaron alrededor de una hora, y la videoconferencia que, anoche, reunió a los principales líderes europeos con el presidente Joe Biden. La llamada forma parte de la “estrecha consulta y coordinación con los socios y aliados transatlánticos”, destacó la Casa Blanca, que convocó a los líderes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Consejo Europeo, Charles Michel; el
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